¿Cuándo se considera alcoholismo?

Beber alcohol es una práctica socialmente aceptada, pero cuando este consumo empieza a generar problemas graves en tu vida y, a pesar de ello, continúas bebiendo, es señal de que existe un trastorno. Los alcohólicos suelen necesitar cada vez más cantidad de alcohol para lograr los mismos efectos.

El alcoholismo es una enfermedad crónica que puede llegar a ser mortal, originada por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, afectando la salud física, mental, social y familiar.

La dependencia alcohólica puede clasificarse en dos tipos: física y psicológica. La dependencia física se manifiesta cuando se interrumpe el consumo de alcohol y se presentan síntomas evidentes como temblores, sudoración, entre otros. Por otro lado, la dependencia psicológica se presenta una vez superada la dependencia física, y consiste en enseñar a la persona a lidiar con sus emociones y situaciones sin recurrir al alcohol.

¿Cómo ayudar a una persona alcohólica?

Es común que cuando un miembro de la familia o un ser querido tiene un problema con el alcohol, no se sepa cómo actuar. El primer paso para ayudar a un alcohólico es que su entorno reconozca el problema. Ignorar su comportamiento no ayudará a la persona. Es crucial abordar la situación con una actitud proactiva y colaborativa, enfocándose en ayudar y no en culpar. Utilizar frases que incluyan al adicto muestra apoyo y refuerza la idea de que no está solo en el proceso de recuperación, dándole así la fuerza para avanzar.

Para ayudar a un alcohólico, el entorno cercano debe tener cierto control sobre la situación. Un síntoma de la adicción es la pérdida de control sobre el consumo. Una forma útil de manejar esto es controlar el dinero del adicto, sabiendo cuánto gasta y en qué lo invierte.

El entorno debe estar atento a las posibles exposiciones a estímulos que puedan incitar al consumo de alcohol y evitar esas situaciones en lo posible.

Además, como en cualquier otra adicción, pedir ayuda profesional es esencial para una recuperación exitosa. La intervención de expertos asegura que el proceso sea manejable y controlado. Es importante elegir un centro de desintoxicación que se adapte completamente a las necesidades individuales de la persona.

¿Qué no hacer con un alcohólico?

Mantener una relación con una persona alcohólica requiere mucha paciencia y amor. Es crucial establecer límites claros para evitar que el comportamiento de la persona afecte demasiado a los demás. Algunos puntos a tener en cuenta son:

  1. No inventes excusas: No trates de justificar el consumo de alcohol de tu ser querido.
  2. No asumas responsabilidades ajenas: No te encargues de las consecuencias de sus actos; esto solo contribuirá a que evite enfrentar la realidad.
  3. No bebas con él/ella: Evita participar en situaciones que fomenten el consumo.
  4. No discutas cuando haya bebido: Los conflictos durante el consumo de alcohol son improductivos y destructivos.
  5. No te sientas culpable: El consumo de alcohol de tu ser querido no es tu responsabilidad, ni puedes controlarlo.

Cuándo se considera alcoholismo: ¿Cuándo se considera?

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