
¿Cuándo se considera que una persona es alcohólica?
El alcoholismo se considera cuando una persona consume alcohol de forma descontrolada, y es incapaz de dejar de beber, a pesar de las consecuencias negativas que esto genera. Es común que el alcohólico recurra a la bebida para evadir problemas personales, laborales o familiares. Con el tiempo, el organismo desarrolla tolerancia y el individuo necesita consumir mayores cantidades de alcohol para lograr los mismos efectos.
Esta enfermedad no solo afecta al adicto, sino también a su círculo cercano: pareja, familia, amigos, etc. Un alcohólico puede generar numerosos problemas en casa, desde discusiones hasta crisis económicas, además de consecuencias negativas en su trabajo, donde podría abandonar responsabilidades y perder su empleo.
¿Qué síntomas provoca el alcoholismo?
Los síntomas típicos del alcoholismo incluyen la incapacidad de dejar de beber, a menudo acompañada de síntomas de abstinencia, como temblores o ansiedad. Para una persona alcohólica, la vida gira en torno a la bebida, ocupando gran parte de su tiempo en consumir alcohol.
En muchas ocasiones, el alcohólico es la última persona en darse cuenta de que tiene un problema. Son los seres queridos quienes, primero, notan el deterioro físico y emocional del individuo, quien puede volverse agresivo cuando no tiene acceso al alcohol. El entorno cercano también puede desarrollar patologías asociadas, como ansiedad, insomnio y pérdida de apetito.
¿Cómo ayudar a un alcohólico?
Lograr que el adicto reconozca su problema no es fácil. A menudo, se intentan métodos repetitivos con la esperanza de que alguno funcione. Sin embargo, existen comportamientos que es mejor evitar al tratar de ayudar a un alcohólico:
- No inventar excusas para justificar el consumo de alcohol.
- No asumir todas las responsabilidades del alcohólico, ya que de lo contrario no verá las consecuencias de su adicción.
- No sentirse culpable. La culpa no recae en los seres queridos, y no se puede controlar la adicción de otra persona.
- No beber frente al alcohólico. Esto solo fomenta la tentación y no ayuda en su proceso de recuperación.
Es fundamental hablar de manera adecuada con la persona afectada. Debe entender que su adicción no solo le afecta a él, sino a su entorno social y a sus seres queridos. Algunos consejos para una comunicación efectiva incluyen:
- Enfocar la conversación en cómo te afecta a ti: Al expresar tus sentimientos, el alcohólico entenderá que su adicción tiene consecuencias para los demás.
- Evitar suplicar o amenazar.
- No etiquetar al alcohólico como tal, ya que puede ponerle a la defensiva.
- Mostrar preocupación por su salud, más que por su comportamiento.
- No culparlo. Esto solo empeorará la situación.
- Evitar sobornos para intentar que deje la adicción, ya que no son efectivos.
- Ofrecer acompañarlo a ver un médico especializado en el tratamiento de adicciones.
Buscar ayuda profesional es fundamental para superar la adicción al alcohol. En CITA contamos con años de experiencia en el tratamiento de todo tipo de adicciones. Ofrecemos un tratamiento 100% personalizado para cada paciente, tras una evaluación inicial. Nuestro equipo de psicólogos, socioterapeutas y médicos se coordina para ofrecer un tratamiento integral, supervisando todo el proceso de desintoxicación y recuperación.
¿Cómo afecta un alcohólico al entorno más cercano?
El entorno cercano a un alcohólico a menudo experimenta un deterioro significativo en su calidad de vida. Los familiares tienden a dejar de lado sus propios sentimientos y vidas, centrándose únicamente en la persona adicta y en cómo evitar que consuma más alcohol. Sin embargo, es importante reconocer que, aunque se desee ayudar, el alcohólico beberá si decide hacerlo, independientemente de lo que los demás hagan.
Cuándo se considera que una persona es alcohólica: ¿Cuándo se considera?
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