
Efectos del Alcohol a Corto y Largo Plazo
El consumo de alcohol afecta al organismo tanto de manera inmediata como con el tiempo, dependiendo de factores como la cantidad ingerida, la frecuencia y las condiciones individuales de cada persona.
Factores que Influyen en los Efectos del Alcohol
- Edad: Los jóvenes son más vulnerables, especialmente en memoria y aprendizaje.
- Peso corporal: Las personas con menor tamaño físico, en especial las mujeres, son más susceptibles debido al menor tamaño de órganos y menor masa corporal.
- Cantidad y rapidez de consumo: Beber rápidamente aumenta la intoxicación.
- Combinación con otras sustancias:
- Bebidas carbónicas aceleran la absorción del alcohol.
- Tranquilizantes y relajantes potencian los efectos sedantes.
- Comida: Comer mientras se bebe ralentiza la intoxicación, pero no previene el daño.
Efectos a Corto Plazo
- Pérdida de memoria:
- Lapsos de memoria y olvidos parciales tras el consumo.
- Consumo excesivo puede provocar amnesia de eventos completos.
- Impulsividad y agresividad:
- Conductas arriesgadas o agresivas que la persona no realizaría estando sobria.
- Pérdida de conocimiento:
- Consumo rápido y en grandes cantidades puede llevar a niveles peligrosos de alcohol en sangre, causando desmayos o inconsciencia.
Efectos a Largo Plazo
- Daño cerebral:
- Consumo temprano afecta el desarrollo cerebral, especialmente la memoria y el aprendizaje.
- Alteración de serotonina, facilitando trastornos emocionales como depresión y ansiedad.
- Psicosis alcohólica:
- Adicción severa puede causar alucinaciones, paranoia e ilusiones.
- Daño cardiovascular:
- Insuficiencia cardíaca y arritmias, entre otros problemas del corazón y vasos sanguíneos.
- Problemas digestivos:
- Inflamación crónica del esófago, estómago, hígado y páncreas.
Síndrome de Abstinencia del Alcohol
Cuando una persona con dependencia alcohólica deja de consumir, el cuerpo reacciona de forma adversa debido a la tolerancia acumulada. Los síntomas incluyen:
- Hiperactividad autonómica: Palpitaciones, sudoración excesiva.
- Temblor: Particularmente en las manos.
- Insomnio: Dificultad para dormir adecuadamente.
- Náuseas o vómitos.
- Alucinaciones: Visuales, táctiles y auditivas.
- Agitación psicomotora: Inquietud excesiva.
- Ansiedad: Sensación constante de preocupación.
- Convulsiones: Episodios severos y peligrosos.
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