El uso medicinal del cannabis: ¿Es bueno o malo?
Aunque cada vez más personas aceptan que el cannabis medicinal puede ser útil para tratar ciertas condiciones médicas, los expertos insisten en los riesgos derivados de su consumo y abuso. Este debate médico está influenciado por otro de índole social sobre si debería legalizarse su consumo. Mientras que algunos estados lo han legalizado debido a sus posibles efectos terapéuticos, las investigaciones siguen advirtiendo sobre sus peligros.
¿Qué es la marihuana medicinal?
La marihuana medicinal proviene de la planta Cannabis sativa y se utiliza para tratar diversas afecciones médicas. Es importante destacar que su consumo debe ser supervisado por profesionales para evitar abusos y garantizar un uso responsable. La marihuana medicinal puede ingerirse de las siguientes formas:
- Fumar
- Vaporizar
- Comer
- Extracto líquido
Los cannabinoides, como el THC, se encuentran en las hojas y brotes de la marihuana, y son los que afectan al cerebro, alterando el estado de ánimo y la conciencia, lo cual se utiliza con fines terapéuticos.
¿Para qué sirve el cannabis medicinal?
El cannabis medicinal tiene principalmente tres aplicaciones:
- Aliviar el dolor crónico que no puede ser tratado con otros medicamentos.
- Controlar las náuseas y vómitos provocados por tratamientos agresivos como la quimioterapia.
- Estímulo del apetito en personas con afecciones físicas o psicológicas que afectan su deseo de comer.
Enfermedades que pueden mejorar con el uso del cannabis medicinal
La marihuana medicinal ha mostrado efectos positivos en diversas patologías, pero aunque algunos defienden su legalización por sus propiedades terapéuticas, los científicos advierten de sus posibles efectos negativos a largo plazo, como el empobrecimiento cognitivo y daño cerebral. Entre las enfermedades que pueden beneficiarse del uso de cannabis medicinal se encuentran:
- Epilepsia
- Parkinson
- Alzheimer
- Esclerosis múltiple
- Síndrome de Tourette
- Autismo
- Enfermedad de Crohn y otras enfermedades intestinales inflamatorias
- Acné
- Psoriasis
- Ansiedad
Consecuencias de un consumo no terapéutico del cannabis
El consumo regular de marihuana durante la adolescencia puede generar cambios en la estructura y funciones del cerebro, lo que se manifiesta en la adultez. Estos cambios afectan la conectividad entre regiones cerebrales clave para el aprendizaje y la memoria, y pueden provocar un deterioro de la memoria verbal a medida que la persona envejece.
Además, el consumo crónico de marihuana se ha vinculado a trastornos psiquiátricos como:
- Depresión
- Trastorno bipolar
- Trastornos derivados de la ansiedad
- Trastornos de la personalidad
- Adicción a otras sustancias
Uno de los efectos menos conocidos es el agravamiento de la esquizofrenia, en la que el cannabis puede aumentar los síntomas positivos (delirios y alucinaciones) provocando psicosis cannábica.
Entre los efectos secundarios más comunes del consumo no terapéutico se encuentran:
- Latidos cardíacos irregulares o rápidos
- Mareos
- Retraso en los tiempos de reacción
- Somnolencia
- Sensación de euforia o bienestar
- Pérdida de memoria a corto plazo
- Dificultad para concentrarse
- Confusión
- Ansiedad variable
¿Qué pasa después de dejar de consumir marihuana?
Tras dejar de consumir cannabis, algunas personas pueden experimentar psicosis, que generalmente desaparece con el tiempo, aunque en algunos casos puede persistir. La genética también juega un papel en este proceso, ya que se ha descubierto que existe una predisposición genética compartida entre la esquizofrenia y el consumo de cannabis.
El cannabis también puede afectar la salud cardiovascular, aumentando el riesgo de desarrollar miocardiopatía de estrés, una condición similar a un infarto, aunque menos grave. Los consumidores intensivos de marihuana pueden experimentar una reducción en la densidad ósea, lo que incrementa el riesgo de desarrollar osteoporosis y fracturas.
Además, el consumo de cannabis puede afectar la higiene bucal y el bienestar general, ya que los fumadores intensivos tienden a tener una mala higiene y un mayor riesgo de adicción al alcohol.
Otro efecto común es la alteración de la visión, ya que los consumidores habituales pueden experimentar un retraso en el procesamiento de la información visual. Aunque la marihuana tiene efectos relajantes, también se ha vinculado a trastornos del sueño, con un porcentaje mayor de insomnio y alteraciones del sueño entre los fumadores regulares.
Cannabis: El uso medicinal
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